Fueron el siglo VI A.C. y la ciudad de Mileto la época y el escenario de los más remotos intentos filosóficos de que poseemos noticias. Los primeros filósofos procuraron encontrar en el mundo físico, un fondo estable, un sustrato permanente en el que todas las sustancias se redujeran.
Tales de Mileto creyó encontrarlo en el agua. El agua como sustancia originaria que estaría en el fondo de todas las cosas. Esa misma agua que hace florecer cada año la cosecha de tabaco de Vuelta Abajo, y sin la cual el arjé o principio de todo tabaco sería imposible.
Anaximandro, opinó que ese principio o fondo común de todas las cosas no debía ser el agua, sino una sustancia indeterminada, invisible y heterogénea, de donde todos los elementos de la naturaleza proceden. Llamó a ese principio apeidón (lo indeterminado). Como es indeterminada la liga de un cigarro, la mezcla de sus diferentes tipos de hoja y el torcido que cada torcedor aplica para la elaboración del mismo.
Anaxímenes, por contra, sostuvo que el principio común de la aparente multiplicidad y variabilidad de las cosas es el aire. Este debió aparecer a los ojos de Anaxímenes como el medio vital, la capa que envuelve la tierra, fuente de vida y el origen de todas las cosas. Ese aire que se convierte en humo al ser filtrado por el cigarro es el testimonio fidedigno del principio de todas las cosas: el placer de fumar un buen habano.
Notas de cata:
Marca: Punch
Vitola: Corona Gorda
Cepo: 46
Color: Colorado claro
Cata: Un clásico filosófico este Punch Punch, capaz de mantener desde cualquier principio o arjé, el sabor en el centro de la conversación.