Como su fundador Don Jaime Partagás, este cigarro es todo pasión, esencia cubana en estado puro, y nunca mejor dicho. Con un primer tercio para aficionados evoluciona lentamente hacia un tercer tercio apto sólo para Connoisseur. Un cigarro con carisma, sin disfraces, con sabor a tabaco y destellos de tierra cubana y crianza. Su añejamiento durante 5 años en la cava del Barrio de Salamanca, le ha dado un toque aristocrático en que sin perder su esencia, le ha ayudado a destilar un sabor de Sangre Azul definitivo.
Estamos de enhorabuena, por fin un cigarro para olvidarse del presente y mirar el futuro con ilusión y sobretodo con pasión.