Recuperando sabores perdidos, del siglo de Oro hasta nuestros días.

Uno de los grandes iconos del mundo de los vinos de Jerez son las Bodegas Lustau. El envejecimiento de sus vinos reproduce el que en el siglo XVII desarrollaban los vinos de Jerez en los viajes transatlánticos a las lejanas colonias españolas.

La Solera, el alma de los vinos de Jerez
La Solera, el alma de los vinos de Jerez

 

Una de su grandes joyas el Palo Cortado VORS. De color caoba oscuro con reflejos bronce. Concentrados aromas a fruta madura, moka, cacao y toffee lo definen en nariz. Muy complejo en el paladar, con limpia acidez. Sabor a pasas, a nueces y a naranja cristalizada.

Para conseguirlo estos vinos envejecen en soleras y se afinan todavía más en un segundo envejecimiento en una solera de 33 botas en la Sacristía de Bodegas Lustau, la cual goza de elevada humedad y temperatura, replicando las condiciones que acompañaban a estos vinos en sus viajes.

La Sacristía, palabras mayores para unos vinos de excepción.
La Sacristía, palabras mayores para unos vinos de excepción.