Es Clark Gable la quinta esencia de un Lancero, u Orson Wells la imagen de un Robusto, sin olvidarnos de James Stewart y su figurado favorito después de una agotadora jornada encarcelando fugitivos. Son preguntas que van más allá de las facciones y el cuerpo de cada uno, no en vano se fuma con el corazón y por tanto es el corazón el que nos invita a fumar un rechoncho Robusto en lugar de un espigado Lancero, ¿o no?
Yo particularmente me decido por la fortaleza más que por la vitola, para mi fumar es una cuestión más de sabor que de tamaño. Y hablando de tamaños, el que realmente fumaba de todas las fortalezas y colores era Sir Winston aunque siempre tuviese en su boca su cigarro homónimo.
En fin, lo importante es saber lo que te pide el cuerpo independientemente de cómo sea éste.