Como diría Kees Van Dongen: la gente de cara redonda debe evitar cigarros largos y finos y viceversa.
Al margen de este tipo de comentarios jocosos hay una realidad que todo fumador de puros debe conocer. Los cigarros de calibre grueso arden más lentamente y tienden a ofrecer un sabor más suave que los finos, aún dentro de una misma marca. En realidad está afirmación es más teórica que práctica ya que los cigarros finos no suelen llevar hojas de ligero en la ligada (que aporta la fortaleza) para mejorar la combustión.
Nuestro consejo es que pruebe y seleccione los cigarros que realmente desea fumar aunque para ello necesite hacer un atractivo panel de cata que le permita fumar con conocimiento de causa.
Para un día tranquilo y relajado después de una comida equilibrada le aconsejamos un Figurado Añejado de Romeo y Julieta.