Según Séneca la vida se divide en tres etapas: la que ha sido, la que es y la que será. De ellas, la que estamos pasando es breve, la que vamos a pasar es incierta, la que hemos pasado es segura, esta es, pues, en la que la suerte ha perdido sus derechos, la que no se puede sujetar al capricho de nadie (Nada es seguro, si no lo que ya ha pasado. Epicuro).
De nada sirve recordar aquellas fumadas en el trópico, con un Sir Winston entre los dedos y un Diplomático en los labios. O aquel Cañonazo en las remotas montañas de Arlberg, y tantos otros…
El presente es un tiempo cortísimo, hasta tal punto que a algunos les parece inexistente, pues siempre está en marcha, fluye y se precipita, deja de existir antes de llegar y no admite demora. Al igual que el universo y los astros nunca se mantiene en el mismo sitio.
Por ese motivo siempre hay que tener una petaca de Regalías de H.Upmann para poder disfrutar de una mareva aquí y ahora, y dejar que el presente se haga pasado entre volutas de purohumo. Y si las marevas de la petaca se acabaron, siempre se pueden rellenar con un Arturo Fuentes reserva Hemingway!