En casa, en penumbra y tratando de mantener esa humedad tan esquiva en Madrid, ha pernoctado durante 9 años este Robusto de Montecristo Edición Limitada. Un cigarro con todo el aroma cubano, con sabor y una fortaleza algo domesticada por la acción del tiempo. Un cigarro, limpio, directo, valiente. Me he he ido aficionando a los cigarros añejados porque son fáciles, expresivos, con la sabiduría que la edad aporta. Y la queel fumador adulto tiene.
Y dicho esto me pregunto, ¿Pasará lo mismo con un vino de más de 100 años?
La respuesta la tiene Marqués de Riscal y sus catas centenarias. Veremos si tenemos la oportunidad de vivirlo.