Bueno, bueno, bueno… nos enfrentamos a uno de esos cócteles míticos y a la vez incomprendidos.
Varios años después de Casino Royale, hemos realizado este cóctel cuya propiedad intelectual es, ni más ni menos, que del mismísimo James Bond.
En nuestro particular combinado cambiamos la ginebra Gordons de la receta original por una Larios Edición Especial, y el resultado ha sido muy satistactorio. Esta ginebra con un sabor inequívocamente mediterráneo, armoniza a la perfección con la quina Lillet. Y nos hace más digerible el tremendo pelotazo Jamesboniano. La mezcla de tres partes de ginebra, una de vodka y media de quina, está muy conseguida. Sobretodo conjuntada con esa fragancia cítrica de la peladura del limón. Recomendamos algún aperitivo sólido para poder acabar la noche cabalmente.