Paradojas del destino una de las pocas ginebras con D.O. se elabora en unas tierras en las que por su clima (temperatura y humedad) no se puede cultivar el enebro. La respuesta una vez más nos llega del mar, en la ocupación inglesa de la isla durante el siglo XVIII, donde los marineros de su majestad buscaban sin éxito la bebida de moda en su Gran Bretaña natal; la ginebra.
Una ginebra diferente Como punto diferencial básico, el alcohol que en el caso de gin Xoriguer proviene del vino y no de grano como la de sus competidores de tierra adentro. Una cuidadosa receta con botánicos autóctonos hará el resto. Su nombre viene del molino que la familia Pons ha usado durante generaciones para moler el trigo en blanca harina, y que sigue permaneciendo como tributo en su etiqueta. Xoriguer en el muelle del puerto de Mahón es adentrarnos en uno de los emblemas de esta Isla. Y sobre todo si lo hacemos de la mano de Sebastián que nos explica con su ajetreo de manos todo el proceso de elaboración y la historia de la marca. Un proceso que podemos observar a través de la cristalera y que nos muestra los tradicionales alambiques de cobre en que se destilan los alcoholes, cuyo combustible sigue siendo la leña.
Y que es cuidadosamente mimado por un destilador que verá el momento exacto de cortar el proceso. A continuación comienza la crianza, el GIN se almacena en grandes barricas de roble donde conserva inalterable sus propiedades de color, sabor y aroma, para proceder a continuación a su envasado. La ginebra Xoriguer tiene tres presentaciones diferentes, cristal, caneca y cerámica, cuyo punto en común es su dedal para manipularla a la “antigua usanza”.
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