San Agustín profesó en sus principios la filosofía gnóstica del persa Mani (maniqueísmo), que defendía la existencia de dos principios, uno del bien y otro del mal, que contienden entre sí. Pronto San Agustín se da cuenta que el principio del mal no puede ponerse en pie de igualdad con el del bien, porque el mal es en realidad un defecto o falta en el ser, que es bueno en sí, y sólo puede haber Dios, que es el principio del ser.
San Agustín medita profundamente estos temas en su sed inexhausta de verdad y amor, y acaba viendo la insinceridad cómoda de esta posición: quien afirma lo probable conoce de alguna manera lo verdadero; la probabilidad se dice en razón de la verdad, carecería sin sentido de ella.
Por tanto no es lícito al hombre encerrarse en una posición de escéptica indiferencia cuando todo su espíritu clama por la verdad y la supone en el fondo del pensar y de su hacer. El que duda, sabe que duda, y posee con ello una certeza. La última percepción de su propia existencia, esto es, del espíritu que busca incansablemente la verdad.
La verdad, la encontramos en una buena ligada de tabaco de Vuelta Abajo, precisa y honesta, buscando como finalidad última el sabor genuino a puro tabaco cubano como el H.Upmann, Connosseiur Nº2. Sin lugar a dudas un gran cigarro.
Notas de cata:
Marca: H.Upmann
Vitola: Connossieur Nº2. Bohemios
Cepo: 51
Color: Carmelita maduro
Torcido: impecable
Sabor: Tabaco cubano sin ambages, notas ahumadas y fondo mineral y exótico
Comentario: siguiendo la doctrina de San Agustín, un gran cigarro sin lugar a dudas.